La margarina causa divorcios

La margarina causa divorcios

Al graficar el consumo de margarina per cápita contra el número de divorcios en Maine, EU, desde 2000 hasta 2009, se aprecia que ambas curvas suben y bajan en sincronía. El índice de correlación es 0.99, casi lo máximo posible. Tal parece que si un estadunidense de ese estado compra margarina, será para liberarse graciosamente de las cadenas del matrimonio. En cambio, si desea preservar a su pareja, le bastará con eliminar el alimento de su refrigerador. Aquí en México, ¿los enlazados dependerán del chile?

Suponemos que dos cosas tienen que ver de manera causal cuando una responde a la otra, la relación antiquísima de causa y efecto, a eso llamamos correlación. Esta propiedad estadística la aprendimos todos empíricamente desde la infancia, sin ni siquiera saber sumar, sin fórmulas ni equis que despejar, sólo con dos variables: nalgadas y cariños. Hacer berrinche equivalía a recibir nalgadas, además, había una relación entre la cantidad de azotes y el grado de la rabieta: más enojo, más nalgadas, lo cual es una correlación positiva. En la juventud aprendimos una correlación negativa: a más fiestas, menores calificaciones.

Hay situaciones con más chanfle que las antecedentes. Si mi pareja me hace un regalo estupendo, es probable que haya surgido de un arrebato sentimental. Podría medir su amor por mí de acuerdo con los regalos. Unos chocolates —de mi marca favorita— significarían que me extrañó, un viaje —para dos—, que me adora mucho, una proposición para compartir toda la vida —con contrato prematrimonial—, que me ama apasionadamente. Lo anterior puede ser cierto y me espera una experiencia grandiosa. Pero en ocasiones la correlación es espuria, es decir, lo primero no causa lo segundo: el amor no explica el regalo. ¿Qué podría estar pasando? El cerebro cegado por el poderoso sentimiento palpitante no puede pensar en alternativas; sin embargo, recabando información de campo, más variables, podríamos ligar la magnitud del obsequio con algo más: el engaño. Artimañas pequeñas, resultan en iguales regalos. Traiciones, en dádivas espectaculares. Los chocolates respondieron a besos y arrumacos con otra persona; el viaje, a una noche de copas, sexo incluido; y la proposición, a una serie de citas periódicas en hoteles. También se dan casos inversos, en los cuales dos o más eventos, aparentemente inconexos, responden de manera contundente y causal cuando se descifra el vínculo. La abundancia de murciélagos, la producción de frutas y de mezcal, y la ocurrencia de enfermedades de transmisión insectil, se correlacionan. La liga radica en que los murciélagos devoran a los odiosos insectos y polinizan ciertas plantas frutales, sin los quirópteros ellas no podrían producir frutas ni se reproducirían.

Existen correlaciones extrañas e inexplicables. Las ventas de automóviles japoneses vendidos en EU con el número de suicidios usando coche; la edad de la Miss USA con la cantidad de asesinatos cometidos empleando objetos calientes; la abundancia de colonias de abejas con el número de arrestos por posesión de mariguana. Si quiere divertirse explorando más ejemplos, consulte el sitio Spurious correlations.

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Source: Excelsior

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