El futuro incierto de la Argentina de Javier Milei

El futuro incierto de la Argentina de Javier Milei
El futuro incierto de la Argentina de Javier Milei

El pasado domingo 19 de noviembre tuvo lugar la segunda vuelta de elecciones presidenciales en Argentina, en la que Javier Milei venció con 55% de los votos a Sergio Massa, que se quedó con el 44% de los votos. Este resultado se encuentra en franco contraste con el resultado de la primera vuelta, en la cual Massa obtuvo la mayoría. (En nuestro análisis previo, mencionamos algunas de las razones por las que los argentinos decidieron votar por Massa)

Reacciones internacionales

Como era de esperarse, la victoria de Milei con propuestas radicales causó reacciones cautelosas entre analistas y presidentes de otros países.

Lula da Silva, presidente de Brasil, llamado de “ladrón”, “ex-convicto” y “comunista furioso” por Milei, todavía no ha decidido si asistirá a la toma de protesta. Además de los insultos, Milei también invitó a Jair Bolsonaro, amigo de Milei, controvertido ex presidente y franco opositor de Lula. A esto el presidente de Brasil ha respondido que no es necesario ser amigo de los presidentes, sino sólo mantener una relación republicana con ellos. Esta afirmación parece augurar un enfriamiento de las relaciones entre Brasil y Argentina (en la cuál este último es el que tiene más a perder).

Por otro lado, AMLO afirmó que Argentina “hizo un auto-gol” al elegir a Milei, usando una analogía futbolística para hablar del país que es el actual campeón del mundo y en el que el fútbol es uno de los elementos más importantes de la cultura nacional. Al mismo tiempo, AMLO ya ha mostrado su apoyo al gobierno peronista en el pasado.

Algunas explicaciones de la victoria de Milei

Una explicación simplista para el resultado es que la mayoría de los argentinos están tan desilusionados con sus gobernantes y con la situación actual del país que cualquier cambio, aunque radical y extremista, podría parecer atractivo. También es necesario considerar el peso del electorado joven en un ambiente de franco desempleo y falta de perspectivas. Se estima que actualmente el 45% de las personas en la economía informal tienen entre 18 y 29 años. De manera que si todo está tan mal, tal vez valga la pena arriesgar, parece ser lo que pensaron los argentinos.

Al mismo tiempo, un factor que ha tenido un peso considerable en la victoria de Milei ha sido el apoyo por parte de la llamada “oposición moderada”. Esta es la alianza Juntos por el Cambio, con la candidata Patricia Bullrich (quién no pasó de la primera vuelta electoral) y el ex Presidente argentino Mauricio Macri. El ex presidente fue quien aconsejó a Milei dejar a un lado sus propuestas más radicales (como la venta libre de armas y de órganos) y dar un mensaje de mayor estabilidad para los votantes indecisos. De manera que, tres días antes de la elección, Milei se retractó de estas propuestas radicales y reafirmó su mensaje de querer revivir la economía a través de la dolarización y la eliminación del Banco Central.

Se estima que este fue el verdadero factor detonante que le dio la victoria a Milei, a pesar de las reservas que muchos votantes tenían sobre él.

Debido a la profunda crisis económica en la que está hundida Argentina, las principales propuestas de Milei intentaron atacar este problema. De manera que las principales banderas de su campaña fueron la dolarización de la economía y el cierre del Banco Central. Al mismo tiempo, quiere retirar la mayor parte de los subsidios y privatizar la mayor parte de las instituciones gubernamentales. Sin embargo, existe un margen casi nulo de acción para hacer viables estas propuestas.

La dolarización y el Banco Central

Cerrar el Banco Central y acabar con la moneda nacional es algo que pocos países han hecho. De hecho, en América Latina solo hay tres: Ecuador, Panamá y El Salvador. Sin embargo, todos estos países tienen características diferentes a las de Argentina: son pequeños y tienen una gran cantidad de emigrantes en Estados Unidos que mandan remesas.

Por otro lado, Argentina es un país grande, federal y no hay muchos argentinos viviendo en Estados Unidos que puedan mandar remesas al país. De manera que se está intentando dolarizar sin dólares. ¿Cómo hace un país para pagar sueldos en una moneda que no emite si no tiene reservas internacionales?  La única manera sería hacerlo a través de un préstamo, que considerando el estado económico de Argentina y la reputación de Milei, parecen poco viables.

Al mismo tiempo, los países que logran sobrevivir sin un Banco Central suelen tener menos de 5 millones de habitantes, muchos de ellos son paraísos fiscales. Argentina tiene casi 46 millones, de manera que disponer del Banco Central tampoco sería una medida sensata, ya que los bancos centrales desempeñan un papel decisivo a la hora de garantizar la estabilidad económica y financiera. 

Asimismo, Milei cuenta con poco apoyo en el Congreso. Su partido tiene únicamente 10% del Senado y 15% de los diputados. Incluso si se suman los legisladores de Macri, su aliado, solo tendría 20% del Senado y 30% de la Cámara. De manera que no llega al tercio, que es lo que necesitaría para bloquear el juicio político en caso de volverse impopular. En otras palabras, tendrá que ceder, negociar y moderarse si desea llegar al final del mandato.

La realidad es que ser un líder de Estado es infinitamente diferente a ser un candidato. Al ser candidatos, especialmente de la oposición, muchos se comportan como si el cielo fuera el límite y pudieran proponer cualquier cosa como una medida viable. Al convertirse en líderes de Estado, existen muchos contrapesos, alianzas a las que deben responder y contrapartes con las que deben negociar. No obstante, nuestro país es testigo de un presidente que continúa comportándose como un candidato de la oposición incluso estando en la silla presidencial y con una mayoría en el Congreso. Resta saber si el caso de Argentina será igual.

 

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