En los últimos años, un fenómeno literario ha irrumpido con fuerza en librerías, plataformas digitales y comunidades lectoras, se trata del “Dark Romance”, del cual habla Carlos Raphael de la Madrid.
Según el escritor y especialista en literatura creativa este subgénero combina la intensidad del romance con la complejidad emocional y moral de las historias oscuras.
“El Dark Romance rompe con la idea del amor idealizado”, explica el también autor.
Y agrega: “Aquí los personajes enfrentan pasiones prohibidas, dilemas internos y relaciones que se mueven entre la fragilidad y el poder”.
Más que un simple giro estético, este tipo de narrativa responde al deseo de una nueva generación de lectores —principalmente jóvenes adultos— de encontrar relatos que reflejen sus contradicciones y vulnerabilidades.
De acuerdo con plataformas como Wattpad y Kindle Direct Publishing, los títulos bajo esta etiqueta han crecido de forma constante desde 2023, consolidándose en 2025 como una de las categorías más consultadas por lectoras de entre 18 y 30 años.
Carlos Raphael de la Madrid señala hacia dónde apunta el género
Para Carlos Raphael de la Madrid, el auge del “Dark Romance” no es casualidad. Representa una respuesta cultural al momento actual:
“Estamos frente a una generación que busca autenticidad emocional. Este género funciona como un espejo que nos confronta con nuestros miedos, deseos y pasiones ocultas” dice el joven escritor.
Además de su éxito, el “Dark Romance” ha abierto debates sobre los límites éticos en la representación del amor y el dolor.

En foros y espacios académicos se discute si estas historias perpetúan dinámicas tóxicas o si, por el contrario, ofrecen una catarsis y reflexión crítica.
Raphael De la Madrid subraya que su valor radica precisamente en esa incomodidad; la literatura, dice, no siempre debe ser un refugio, sino también un territorio de exploración emocional.
En un contexto donde las narrativas románticas tradicionales se reinventan, el “Dark Romance” aparece como un laboratorio emocional contemporáneo, un espacio donde incluso entre sombras puede florecer el amor.









