El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, vino a México para urgir al gobierno que cierre los cruces fronterizos ante el aumento de migrantes en el último año; y aliviar uno de los principales dolores de cabeza del presidente Joe Biden rumbo a su reelección en 2024.
Y es que, según las autoridades estadounidenses, alrededor de 10.000 migrantes tratan de entrar sin permiso a diario por la frontera sur, casi el doble que antes de la pandemia; y Washington han cerrado algunos pasos de la frontera con México para centrar sus esfuerzos en la entrada de migrantes.
Blinken estaría en México con el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y la funcionaria de migración de la Casa Blanca, Liz Sherwood.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador, comentó el pasado viernes que México «reforzará las medidas» para frenar el flujo de migrantes que llegan a Estados Unidos.
Mientras que el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, adelantó que la delegación estadounidense trataría con López Obrador la «necesidad urgente de vías legales y acciones adicionales» en materia de migración.
Andrew Rudman, director del Instituto México del Wilson Center, en Washington, cree que Blinken busca un acuerdo con López Obrador para que tome medidas, como otorgarles permisos de trabajo, y así mantener a migrantes en México, que en gran porcentaje proceden de Centroamérica; Venezuela y Haití.
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