Desde 2010, Cuautitlán Izcalli ha experimentado las consecuencias en comunidades como Lomas de San Francisco, Lomas de Cuautitlán, Las Cruces, El Rosario y Los Ailes, debido a la instalación del relleno sanitario Bicentenario por Tersa del Golfo.
Sin embargo, para los dos mil 368 habitantes de Los Ailes, el impacto es desolador. A pesar de los 10 millones ochenta mil pesos que recibe Tersa del Golfo diariamente por sus servicios, los residentes viven entre polvo y lodo, sin pavimentación, agua potable, drenaje, centros de salud, áreas verdes ni escuelas.
Marko Galindo, presidente del Capítulo de Cuautitlán Izcalli de ASECEM y aspirante a la presidencia municipal, destaca que, según denuncias ciudadanas ante la Profepa desde 2015, la población cercana al relleno sufre enfermedades relacionadas con la contaminación.

“La mitad de los habitantes de Los Ailes carece de acceso al agua potable, y la falta de servicios básicos, según el Plan de Desarrollo Municipal 2022-2024, refleja la urgente necesidad de intervención”, señaló Galindo.
La paradoja se intensifica al conocer que Cuautitlán Izcalli envía sus desechos al relleno sanitario municipal de Teoloyucan, mientras que el relleno Tersa del Golfo persiste como foco de infección para Los Ailes. Este problema se agrava con la falta de regulación para el paso de camiones, afectando calles y avenidas del municipio.









