Ecuador ha destacado por el gran conflicto desatado el pasado 9 de enero. El pequeño país de América del Sur conocido entre otras cosas por su economía dolarizada y por estar en la ruta de las drogas entre Perú y Colombia, acaba de decretar un estado de “conflicto armado interno”.
El decreto permite al joven y recién electo presidente, Daniel Noboa, realizar operaciones militares contra 22 grupos criminales de ámbito internacional llamados de “terroristas” en el documento.
Además, la medida permite al gobierno la movilización de militares en las calles, su entrada a penitenciarias y suspender los derechos civiles de la población. En resumen, un estado de guerra.
¿Cómo llegaron a esto?
Todo empezó a partir de la fuga del criminal más peligroso del país, José Adolfo Macías Villamar, el “Fito”; seguida de la del jefe de otro grupo delictivo, Fabricio Colón Pico, sospechoso de haber maquinado un plan para asesinar a la procuradora-general del país.
Fito cumplía una sentencia de 34 años de prisión por crimen organizado, narcotráfico y homicidio; y es el líder del grupo “Los Choneros”, grupo que disputa con cerca de otras 20 bandas la ruta del narcotráfico en una guerra violenta que devasta el país.
La reacción a la fuga de José Adolfo fue una serie de eventos violentos, principalmente en la ciudad de Guayaquil, que conmocionaron al país.
Uno de los hechos más destacado fue la toma de una emisora de TV por parte de un grupo de hombres armados, que amenazaban a los funcionarios apuntando a su cabeza y haciéndolos rehenes.
Gritos y desesperación fueron transmitidos en vivo al país, sembrando el terror desde el estudio de televisión.
Armed men wearing balaclavas stormed a TV studio in Ecuador during a live broadcast, firing shots and demanding people lie on the floor. pic.twitter.com/vBnu6dpVum
— DW News (@dwnews) January 10, 2024
Por otro lado, en la Universidad de Guayaquil otros actos de vandalismo se registraron con barricadas e intimidación a estudiantes por parte de grupos fuertemente armados.
La ola de violencia se expandió a un hospital y hubo explosiones, amenazas y tomas de rehenes también en la ciudad de Cuenca y en la capital, Quito.
La respuesta del gobierno
La reacción del gobierno (que dejó claro que negociaría con terroristas) fue el declarar el “estado de conflicto armado interno”, que impone un toque de queda de las 23 a las 5 horas, y permite que las autoridades puedan entrar a las casas de las personas sin necesidad de una orden judicial.
Durante 60 días, las Fuerzas Armadas estarán también en las calles apoyando a la policía frente al caos en la seguridad.
En el país ha habido una explosión de violencia y del aumento de población en las cárceles, dignas de ser analizadas, teniendo en cuenta algunos hechos entre los cuales está la dolarización de la economía ocurrida en 2000.
Con el acuerdo entre las Farcs y el gobierno de la vecina Colombia en 2016, hubo una migración importante de este comercio hacia Ecuador, facilitado por el hecho de que una economía dolarizada beneficia mucho el comercio, al igual que la exportación de cocaína ya que son operaciones realizadas en dólares.
Por otro lado, la dolarización de alguna manera obliga al país a no permitir una expansión en los gastos públicos. De manera que Ecuador redujo considerablemente los recursos invertidos en seguridad, lo que facilitó la explosión del narcotráfico (hay 22 bandas conocidas), la violencia y el aumento de la población carcelaria.
La marginación de gran parte de la población, sin opción para salir de la pobreza, aumenta las probabilidades de cooptación por parte del narcotráfico.
Hasta ahora el gobierno ha anunciado que 5 de los clasificados como “terroristas” han muerto, 329 encarcelados y 41 rehenes liberados. Sin embargo, 139 personas siguen como rehenes en la cárcel y 28 criminales siguen prófugos.
El presidente Noboa mantiene un discurso duro de no negociación mientras que un grupo de criminales que asume parte de los ataques divulgó un video en el cual pide disculpas a la población y acusa al presidente por la ola de violencia. En él hay cerca de 20 personas y un hombre lee el comunicado: “Saludamos a todo el país y nos disculpamos por el desorden, principalmente con ustedes los pobres, que son los más afectados.” Hablando del presidente Noboa, heredero de una familia adinerada.
Este mensaje vislumbra la posibilidad de posibles negociaciones con el gobierno, a ejemplo de lo ocurrido en Colombia con su acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Mientras el país sigue en alerta, países vecinos como Brasil han ofrecido apoyo a Ecuador a través de sus Policías Federales, mientras que el paradero de “Fito” sigue desconocido.
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