La disputa por el 2024

El 2 de junio de 2024 el pueblo mexicano escogerá a su nuevo presidente. ¿La Cuarta Transformación ha llegado para quedarse? El partido guinda asegura que así es y ante la oposición vieja, desordenada y débil todo parece indicar que las elecciones del 2024 serán de Morena.

Los mítines –que no están violando la ley electoral– han llamado la atención del pueblo y el árbitro electoral tiene opiniones divididas sobre los métodos que están usando los partidos para elegir a su candidato. Una de las quejas que le hacen al partido del poder es si realmente se está llevando una contienda limpia; una donde no habrá dedazo, ni nepotismo.

Pablo Tepichín, politólogo, maestro en Teoría Crítica, doctor en Filosofía y miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I, dice que sí habrá una contienda medianamente limpia; sí, bajo la sombra del presidente, “bajo la sombra de los presidentes que apoyan a sus candidatos como ha sido durante los últimos 20-25 años. Pero menos polarizada”. Según Tepichín, si el candidato es Marcelo Ebrard o la candidata es Claudia Sheinbaum no va a ser tan polarizado como en otras ocasiones. “O no debería serlo”, aclara.

El proceso electoral comienza –oficialmente– en noviembre; no obstante, los aún no precandidatos nos han hecho sentir en una constante contienda electoral; en una pugna para ver quién sería el o la mejor representante de la 4T; y, por su parte, la oposición se pregunta quién es el menos peor para hacerle frente Movimiento de Regeneración Nacional.

¿Cómo será, entonces, la disputa por el 2024?

¿Por qué las elecciones de 2024 no deberían ser tan polarizadas?

“Me parece que Ebrard es un candidato con un perfil más diplomático y por ello, aunque hubiese necesidad de contrastar proyectos lo haría por una vía más para ensalzar su perfil que para denigrar a la o el candidato de la oposición. Es el sello de Ebrard. El Presidente le debe mucho a Marcelo desde los años de la jefatura de gobierno y su apoyo posterior a la elección del 2006, pero el corazoncito del López Obrador está mucho con Claudia, juega el rol de mujer, su linaje militante, su formación como científica en la UNAM, etc. No es posible destacar un factor solamente. Me parece que justo en Claudia ve una combinación de factores que la harían más viable para los militantes y simpatizantes de morena. A los dos, creo, les debe muchísimo”, explica el politólogo.

Para Tepichín, estamos pensando con los mismos paradigmas, “todo se repite”. El investigador exige el beneficio de la duda para el excanciller.

“Quizá cuando aludo a la repetición, es que debemos imaginar elecciones diferentes y no pensar que es la repetición de una edición pasada llena de polarización. En la opinión pública siempre que viene un proceso electoral repiten “es la elección más importante de México”, no salen de su misma frase. A mi juicio, la elección del momento es siempre la más importante, pues se miden las instituciones, la fuerza de la gente, es nuestro propio plebiscito como país. La polarización, a mi juicio, va a venir de la oposición. En todo caso, distingo entre contraste y agonismo que es lo que hace el gobierno, y agonismo virulento que es lo que hacen medios adherentes a la oposición, líderes, opinólogos y los propios miembros de los partidos de oposición. Llegará un momento en que los políticos de la oposición llamen a la cordura a los opinólogos que tienen canales de Youtube que se dedican a insultar a las figuras más visibles del gobierno, incluyendo a la y los precandidatos”.

¿Qué sucede en un país donde no hay ejercicio de oposición?

 “No hay oposición. Es muy grave. Cuando estudiaba la licenciatura, yo escuchaba un Castillo Peraza en el PAN, un Diego Fernández de Ceballos más activo, un Felipe Calderón más activo cuando era parlamentario y del PRI estaban los que todavía están, algunos muy buenos políticos, de sepa, profesionales, pues.  En la oposición de izquierda estaba un impresionante Muñoz Ledo o un Pablo Gómez. Había un ejercicio más de oposición; ahora están perdidos. No es casual que hagan este frente. Solos no pueden”.

Tepichín aclara que esta falta de ejercicio de oposición no tiene nada que ver con López Obrador. Además, señala, esta falta beneficia indudablemente al Poder. Al Poder que sea; el que está legitimado. Le dejas la cancha abierta”.

Entonces, ¿con quién tiene que ver esta falta de oposición?

“Con la falta de un proyecto y de liderazgos nuevos. Creo que también el marketing político funcionó en una época de transición en México, pero se han empecinado en hablar de la “marca PRD”, la “marca PRI”, -son partidos políticos- “contenedores de intereses, según la famosa definición”, pero rebajarlos a mercancías o productos les han hecho un flaco favor. Por otro lado, los priistas pensaron que su gente nunca se les iba a ir o que sus estructuras eran perennes, los panistas confiaron demasiado en su voto duro que en regiones del país es consistente y en otras, inexistente”.

¿Qué ha destruido a la oposición?

“Eso, un proyecto, pero también me parece que la fuerza de un candidato como fue López Obrador que siguió un perfil incansable de contraste frente al estado de cosas. Y eso no hay que menospreciarlo, justo eso es lo que capturó a la gente de clases medias, bajas y de perfiles sin partido.  Cualquier político es criticable, pero no se le puede regatear su honestidad, si no fuera el caso ya la oposición desde hace mucho tiempo hubiera revelado algo turbio”.

¿La Ley es la Ley?

La carrera por la sucesión presidencial ha levantado sospechas sobre supuesta violación a la ley electoral. No obstante, Morena y el Frente han sabido hacer uso de los artilugios del lenguaje para asegurar que los aspirantes presidenciales no son precandidatos.

En diversas ocasiones, López Obrador ha rechazado la idea de que su movimiento esté cometiendo actos anticipados de campaña. Según el mandatario, en el proceso interno se elegirá al Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación; no a su candidato a la Presidencia de la República.

Por otro lado, en su disputa por el 2024, la oposición dice que su proceso interno va a designar al Responsable para la Construcción del Frente amplio por México (FAM)

“Los eufemismos son lo de hoy”, sentencia el politólogo. Un eufemismo es una palabra y/o expresión “más suave o decorosa” con la cual se sustituye otra que se consideraría que alteraría, en este caso, el orden social. “Hacen todo sin decirle precamapaña”. Están violando la ley. “Todo lo que ocurra antes de noviembre es una precampaña”.

¿Cuál es el efecto de unas precampañas tan largas?

 “La gente se satura de que haya campañas tan largas, tan inservibles, tan poco funcionales, tan poco efectivas para la gente”. “El método que escogieron en el Frente Amplio por México va a terminar de agotar la poca unión que hay en la oposición”.

¿La consecuencia? El candidato del gobierno se va a ver completamente fortalecido.

“Se tendría que hacer una campaña muy sucia para lograr darle un golpe certero a Morena. Y ya sabemos los temas que van a sacar: la Línea 12, la delincuencia, la inseguridad”.

Proyecto de Nación 2024-2030

El Consejo Nacional de Morena ya tiene una comisión que va a ser la encargada de elaborar el Proyecto de Nación 2024-2030; un documento que va a estar firmado por todas las corcholatas, para garantizar que, de ganar las elecciones de 2024 se apegue a la continuidad de la Cuarta Transformación.

“Siempre hay un corte de caja cuando llega un gobernante. Claro que tiene que haber una continuidad. Los temas que marcan a este gobierno seguirán principalmente el de la corrupción y de ahí la jerarquía puede variar un poco: la economía, la creación de empleos, la inseguridad, etc. De ahí que es normal que la cuarta transformación extienda su cobertura al siguiente sexenio al menos en la retórica. Lo que hay que cuidar es que de pronto los militantes de un partido se comporten como unos feligreses que obedecen a su líder. Ahí podemos ver la relación entre política y teología y la falsa secularización de la política. Lo hacen porque quieren la continuidad de este proyecto y, si gana Marcelo Ebrard o Claudia Sheinbaum, va a estar en forma. Finalmente, el impulso de ellos es López Obrador. Pero, sin duda, cada uno tendrá su estilo personal de gobernar”.

¿Qué más esperar de la disputa por el 2024?

“Pues falta que aceptemos la fuerte crisis de la forma partido político, de los políticos y de la política en general. Aceptar la crisis y empezar a hacer un balance de las instituciones, la forma y los tiempos de hacer campañas, de lo obscenamente cara que es nuestra democracia, etc. La política exige un cambio y creo que el último empujón de las señales es la pírrica oposición. Todavía falta mucho tiempo, y algo puede detonar un cambio, la política hay mucho de azar, si no, el resultado podría ser previsible desde ahora. Ya veremos”, agrega el investigador Pablo Tepichín.

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