Valioso triunfo felino

Por supuesto que es digno de mencionar lo que Pumas logró en Asunción. Aunque no vencieron a un rival de mayor renombre en Sudamérica, por supuesto que la victoria merece ser reconocida. Lo que hizo o dejó de hacer el rival no es culpa del equipo universitario.

No puedo dejar de reconocer el trabajo de Memo Vázquez, si bien, he sido un crítico de las posturas, muchas veces, timoratas de su equipo en partidos importantes, hoy debo reconocer que de mucho sirvió que se haya atrevido desde el inicio a jugar con dos referentes de ataque. Poner a Dante, por más que cuestionen su capacidad, junto a Herrera ayudó a que presionaran la salida del rival y, además, presentó solidez a la hora de atacar.

Así como reconozco la idea de Memo Vázquez también tengo que hacer mención especial para tres futbolistas, dos que llevan rato viviendo un momento extraordinario y otro que, al parecer, aprovechó el momento para demostrarle a su técnico que debe tener más minutos. Los dos que se cuecen aparte son el Pikolín y Sosa, que otra vez fueron fundamentales en el triunfo universitario. Uno sigue demostrando solidez y liderazgo en la portería y el otro es desequilibrante y efectivo.

Britos con su intensidad e inteligencia con el balón en los pies demostró las ganas de aprovechar la oportunidad como revancha ante todo lo que ha vivido con su técnico. Por una o por otra, estos tres jugadores ayudaron a que Pumas consiguiera otros tres puntos, que le van a dar tranquilidad y hasta la posibilidad al técnico de rotar a su plantel en cuanto lo crea necesario.

CR7 a la baja

Dicen que en los vestuarios hay códigos y lo que se dice al interior está prohibido ventilarlo. En equipos de gran trascendencia hay figuras que manejan al grupo y esto quedó de manifiesto con un Cristiano Ronaldo, quien se atrevió a decir cualquier barbaridad en plena conferencia de prensa.

No sé si la desesperación de tener perdida la liga o el hecho de que él ha tenido un año muy pobre a nivel futbolístico es lo que lo llevó a descalificar a sus propios compañeros. Por más difícil que parezca por ser quien es, pero Cristiano perdió la cabeza y probablemente ha cavado su tumba en el conjunto merengue.

Decir que con Bale, Marcelo y Karim todo hubiera sido distinto, y que si todos sus compañeros estuvieran a su nivel probablemente serían primeros, son declaraciones fuera de lugar de un futbolista que, evidentemente, se siente superior, no sólo a sus compañeros, sino a la propia institución.

Todos conocemos el ego del portugués y vemos que se preocupa más por su participación que por el trabajo colectivo, pero esta bajeza de exhibir a sus compañeros y decir que él es más que el resto, me parece suficiente para que el grupo termine por detestarlo. El vestuario del Real Madrid está partido, roto en mil pedazos.

Ni Benítez, Zidane, Capello o Ancelloti serían capaces de controlar a un hombre que por más que se niegue ha desestabilizado a un equipo que, por si fuera poco, está muy lejos de mostrar su mejor futbol. Así será muy complicado que Cristiano esté al nivel de Lionel Messi. Así, simplemente es imposible que el Real Madrid pueda acercarse a lo que es hoy el Barcelona.